Madre amamantando a su hijo (1906). Pintura de Lilla Cabot Perry (1848-1933) |
Por Sol Lora
¡Dame solo una razón, solo una sola!
Dime que el sol ya preña
de miel todos los campos,
que de sus brazos brota una promesa:
¡alienta al ruiseñor a un canto largo!
¡la libertad es bandera de un mismo barco!
¡Dame solo una razón, solo una sola!
Dime que hay paz y sombra al pie de un árbol,
que un niño en teta besa ¡tierno resguardo!,
amamanta la lluvia el suelo destrozado
y ¡revive en la sed de los abrazos!
¡Dime que el cielo azul es cielo raso!
que descansa la piel en huerto fértil …
¡Dame solo una razón, solo una sola!
Revivirán mis manos en profecía,
despertaré el silencio de mis lamentos…
y ¡el mundo surgirá de entre mis manos!
Dime que es tangible la flor más bella,
que un estallido sigue todas sus huellas;
perfumes tibios de aires a pos de sueños,
de una Traviata dulce hacia sus ansias:
¡el amor sobrevive a la palabra!
¡Dame solo una razón, solo una sola!
Despejaré el dolor de mis ventanas,
abrigaré el fulgor con versos raudos,
plenilunio de amor será mi copla,
y te daré una vida de certidumbre
¡donde nazca a la luz nueva mañana!
¡Dame solo una razón, solo una sola!
¡Yo te daré esperanzas entre mis cantos!
@ Derechos Reservados.-